¿Qué hago aquí? en una ciudad que no es mi ciudad, en plena noche un domingo cualquiera.
¿Qué me ha mandado estar aquí? No sé que es más triste, si la soledad que en este momento me acompaña o pensar que se acabó. Miro a todos lados y no hallo respuesta, mis ojos se humeden, respiro hondo y vuelvo a caminar sin esperanza por el mismo camino por el que anduve.
Hace frío y mis piernas tiemblan, el viento azota mi cara creando una sensación muy desagradable en mí. Echo a correr, cada vez más deprisa, eso sí, ni una lágrima caerá de mis ojos. El dolor me ha hecho fuerte, ya no hay palabras que me puedan destrozar, ya no hay palabras que no me haya dicho ni que puedan cambiar mi vida.
Y así, me subí al autobús cerrando una de las puertas de mi vida y sonriendo hacia el comienzo de una nueva historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario